Detrás de cada logo, cada imagen o cada publicación que ves en redes… hay algo más profundo que «poner bonito».
Hay estrategia. Hay emociones. Hay intención.
Y hoy quiero hablarte de eso que muchas veces se subestima: el poder del color en la mente del consumidor.
En todos mis proyectos, desde los más pequeños hasta los más retadores, hay algo que nunca puede faltar: el color pensado con intención.
A veces los clientes me piden:
— “Queremos transmitir confianza.”
Y yo pienso: viejos confiables como el azul o el gris, ¿verdad?
Pero no basta con elegir un color por intuición o gusto personal.
El color es parte de la personalidad de tu marca.
Y hoy más que nunca —en este universo digital donde las decisiones se toman en segundos y con la vista—, el color es protagonista.
Te cuento una historia que aún me emociona recordar.
Trabajamos el rediseño de los empaques para una línea de gotas para los ojos de Laboratorios Lafar.
¿El reto? Romper con lo típico, sin perder credibilidad.
Propusimos empaques minimalistas, con colores sólidos y modernos. Al principio, dudaron.
Lo entiendo, era un giro grande para el rubro farmacéutico.
Unos meses después, pasé por una farmacia y vi sus productos en vitrina.
Destacaban entre todos.
Ahí confirmé algo que ya sabía:
Jugar con el color no es solo estética. Es estrategia.
Cada tono comunica algo distinto. No lo digo yo, lo dice la psicología del color y también la experiencia de quienes diseñamos con propósito.
Elegir la paleta correcta puede ser el inicio de una conexión real con tus clientes.
La psicología del color no es solo percepción artística, también tiene sustento académico. Un estudio de la Universitat Politècnica de València revela cómo ciertos colores influyen en la construcción del branding dependiendo del sector y del mensaje que se quiere transmitir.
Una buena estrategia visual puede mejorar ventas, aumentar clics o simplemente hacer que tu marca se quede en la mente.
Lo importante es no perder el enfoque:
🔹 Que lo bonito no opaque lo útil.
🔹 Que la estética no reemplace la claridad.
🔹 Que el diseño sea funcional, transparente y alineado con lo que prometés.
Porque el diseño, bien hecho, no solo gusta. Conecta.
Hay quien piensa que diseñar es solo “poner cosas lindas”.
Y claro, lo lindo gusta…
Pero lo que convierte, fideliza y emociona, es el diseño con sentido.
Por eso, si estás comenzando con tu marca, acá van dos consejos:
Todo comunica. El color también.
Diseñar algo bonito es importante, pero lo vital es que ese diseño comunique el mensaje correcto a tus clientes.
Y si estás leyendo esto como emprendedor o marca personal, te quiero dejar una reflexión:
🧠 No subestimés el poder de lo visual.
🎯 Elegí tus colores con intención.
💙 Y nunca olvidés que detrás de cada emoción hay una historia que podés contar… también con tu diseño.
¿Te sentís identificado con esto?
¿Qué color creés que representa mejor tu marca?
Te leo en los comentarios 👇🏼
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