A veces, una historia no solo vende. Una historia puede sanar. Inspirar. Mover. Y sí, también puede posicionar una marca.
✨ Bienvenidos a Carmenlandia (sí, así como suena)
Siempre he sido hablantina. De esas que disfruta contar lo que escuchó, lo que leyó, lo que le contaron por ahí.
Aunque, confieso, mis propias historias las he guardado por mucho tiempo. Pero si estás leyendo esto… te estoy dejando pasar a mi sala más privada: Carmenlandia 😅.
Con el tiempo descubrí que las historias tienen poder. No solo para entretener o inspirar, sino para crear conexión real. Cuando cuento la historia previa a una estrategia, o el porqué de una decisión creativa, la gente se engancha. Se siente parte del camino. Y eso, sin querer, termina vendiendo más que cualquier publicación directa.
Porque sí: una buena historia abre corazones antes que carritos de compra.